Aquellos que no cambian están destinados a estancarse o fracasar
La globalización del comercio y la economía, y porqué no decirlo, también de la cultura, y el avance de la tecnología han puesto hoy a la educación en el “banquillo de los acusados”, exhibiendo sus principales “fallas” organizacionales y académicas: resistencia al cambio, rutinización, obsolescencia de los contenidos, prácticas y metodologías curriculares atrasadas, y se le acusa de que los alumnos en países como el nuestro están desfasados de la realidad.
Pero no por las críticas externas sino por una auténtica reflexión interna, debemos tener muy presente que cualquier intento por analizar y aún por conseguir la excelencia en la calidad de la educación, pasa por el cambio, pero no un cambio cualquiera, sólo por cambiar, sino un cambio planeado para mejorar. Ahora bien, esto que parece tan simple y sencillo es en realidad muy complejo y requiere de un enorme y constante esfuerzo del líder y de toda la comunidad, para poder implementar en las escuelas un cambio educativo de mejora.
Una de las características del liderazgo actual es la gestión del cambio. Las organizaciones y por tanto quien las dirige, deben responder a la dinámica social, económica, política y cultural del entorno en un mundo globalizado cada vez más cambiante, que al mismo tiempo exige de todos nosotros nuevas competencias y preparación contínua.
Según Xavier Ferráz, hay dos tipos de directivos, con perfiles bien definidos y opuestos: el clásico ejecutivo eficiente y el líder innovador. El primero suele ser detallista, metódico y disciplinado. No pide el por qué ni se cuestiona el sentido de lo que hace, simplemente ejecuta una estrategia predeterminada, con máxima economía de recursos y fidelidad. Está orientado a la micro-gestión. El segundo imagina nuevos escenarios y es capaz de arrastrar a la organización hacia los mismos.
Peter Drucker ya afirmaba que el Líder hace las cosas correctas, mientras que el gestor hace correctas las cosas.
EL CAMBIO Y SUS TIPOS
Desde una perspectiva histórico-filosófica la definición del cambio la encontramos con mayor claridad en Aristóteles y en su Liceo.
Ahí, en la antigua Grecia, al preguntarse por el tiempo, Aristóteles encontró que es la medida del cambio y siguiendo con su razonamiento, al preguntarse ¿qué es el cambio? descubrió que es el movimiento que se da al pasar de un estado a otro, el paso de estar en potencia de lograr algo, a estar en acto de alcanzarlo. Nadie, ni cualquier organización podría alcanzar algo o cambiar, si no tiene la capacidad para lograrlo.
Obviamente su razonamiento no termina ahí y estableció entonces los tipos de cambio y sus cuatro causas (formal, material, final y eficiente) y muchas más reflexiones que han iluminado nuestro afán de entender nuestra realidad cambiante pero que no son objeto de este artículo.
Siguiendo la reflexión con Aristóteles unidas a las teorías de la Escuela de Negocios de Harvard, encontramos en las organizaciones 4 tipos de cambios:
Cambio cultural. Consiste en cambiar el enfoque (Causa final) por ejemplo, de una cultura oficialista en la escuela a una orientada hacia el aprendizaje del alumno. En la cultura oficialista pareciera que el fin es cumplir con los programas oficiales, a diferencia de considerar que el fin principal es que los alumnos aprendan y alcancen un buen nivel académico. Este tipo de cambios es fundamental, ya que implica cambiar otros elementos centrales del centro y su organización que a continuación comentamos.
Cambio de procesos. Si cambiamos el enfoque implica cambiar la manera en que hacemos las cosas por ejemplo de técnicas y metodologías en el proceso enseñanza y aprendizaje, de estilos muy tradicionales a otras formas más participativas y activas por parte de los alumnos; nuevas formas de evaluar, de llevar controles académicos, la incorporación de las TIC´s, etc. Este tipo de cambios implica comúnmente la capacitación del personal para adquirir nuevas competencias o capacidad para lograr dichos cambios (Causa eficiente).
Cambios en la reducción o aumento de recursos. (Causa material) . Este tipo de cambios implica en ocasiones hacer más con menos, apelando a la creatividad e innovación de todos; o hacer más con lo mismo, en la mayoría de las veces; en realidad en pocas ocasiones podemos incrementar nuestros recursos, sean tecnológicos, bibliográficos o de infraestructura .
En una ocasión palpé cómo en una escuela, solamente por el hecho de haberla remodelado después de los daños causados por un terremoto, los maestros, alumnos, padres de familia y en general toda la comunidad cambió hacia una actitud positiva para mejorar su función por el simple hecho de sentirse en un nuevo lugar.
Finalmente comentaremos el Cambio Estructural o Causa formal. Si cambiamos el enfoque del centro implicará cambiar la estructura de funcionamiento, quizás el estilo de dirección y liderazgo, de modificar los sistemas, por ejemplo de no tener acompañamiento y tutoría para los alumnos y padres, a tenerlo ahora, de una dirección centralista a una más participativa y distribuida lo cual implicará nuevas responsabilidades y una nueva organización.
Este tipo de cambio afecta el ser y quehacer de la institución considerándola como un todo organizado y vivo.
Cabría la pregunta ¿Se puede dar un tipo de cambio sin otros? a lo que habría que contestar con ciertos matices. En sentido estricto no, ya que como dijimos en el cambio estructural al cambiar una parte, afecta a otras partes de la institución sean académicas o administrativas.
Por otro lado, el cambio cultural afecta a toda la institución y provoca, como “carambola» a los otros tres tipos de cambio, ya que se establece una nueva finalidad a la vida del centro que implicará modificación de procesos, de recursos y estructura. Sin embargo, podríamos decir que se puede cambiar los procesos e incrementar o reducir los recursos independientemente del fin y de su estructura.
En síntesis podríamos decir que un cambio en la organización, implica la movilización de nuevas capacidades por parte del líder y su equipo de trabajo, finalmente son las personas las que logran los cambios y se requiere la firme voluntad y motivación para salir de la zona de confort, y lograr aquello que mejora la calidad del centro
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