Los colegios son una parte esencial de la infraestructura de nuestras comunidades. Propician entornos de aprendizaje seguros y favorables para los estudiantes que fomentan su desarrollo social y emocional y mejoran sus condiciones de vida. Varios estudios demostraron que las tasas de transmisión dentro del contexto escolar donde se implementaron varias estrategias de prevención suelen ser menores a los niveles de transmisión en la comunidad.

Debido a la naturaleza altamente transmisible del SARS-Cov-2, junto con la combinación de personas vacunadas y no vacunadas en el entorno escolar, diferentes instituciones de salud a nivel nacional e internacional han realizado las siguientes recomendaciones:

  • La vacunación contra el COVID-19 de todos los estudiantes elegibles, además de los maestros, miembros del personal e integrantes de sus hogares, es la estrategia más crítica para ayudar a las escuelas a reanudar por completo sus actividades de manera segura.
  • Uso universal y correcto de cubrebocas en espacios cerrados por parte de todos los estudiantes (mayores de 2 años), maestros, miembros del personal y visitantes, independientemente de su estado de vacunación.
  • Con base en estudios del año escolar 2020-2021, el CDC recomienda que las escuelas mantengan una distancia física de al menos 3 pies entre los estudiantes dentro de los salones de clase, en combinación con el uso de cubrebocas en espacios cerrados.
  • Mejorar la ventilación es una estrategia importante de prevención de COVID-19 que puede reducir la cantidad de partículas del virus en el aire. Junto con otras estrategias de prevención, propiciar el ingreso de aire exterior a un edificio ayuda a evitar que las partículas de virus se concentren adentro.
  • Las personas deben lavarse las manos y seguir el protocolo para la higiene respiratoria (cubrirse al toser y estornudar) para evitar propagar enfermedades infecciosas, incluido el COVID-19. Las escuelas pueden monitorear y reforzar estos comportamientos, además de poner a disposición los suministros necesarios para un correcto lavado de manos.
  • Los estudiantes, maestros y miembros del personal que presentan síntomas de una enfermedad infecciosa, como la influenza (gripe) o COVID-19, deben quedarse en casa y ser valorados por su médico, considerar la realización de una prueba de detección y recibir la atención necesaria, independientemente de su estado de vacunación.
  • En general, limpiar una vez al día suele ser suficiente para eliminar de manera efectiva posibles virus sobre las superficies. La desinfección elimina cualquier microbio que pueda quedar en las superficies, lo que reduce incluso más el riesgo de propagación de infecciones.
  • Trabajar en conjunto con las autoridades de salud locales a cada comunidad educativa para determinar estrategias de prevención adicionales necesarias en su área.

Los colegios deben comunicar sus estrategias y cualquier cambio de planes a los maestros, miembros del personal, familias y directamente a los estudiantes más grandes a través de materiales y canales de comunicación accesibles. 

La evidencia relacionada con la pandemia se genera de forma acelerada y en grandes cantidades. La capacidad y necesidad de una comunidad educativa de cambiar y adaptar sus protocolos de prevención habla de su compromiso con la seguridad de sus integrantes y no del fracaso de la idoneidad de sus protocolos.